Todo empieza hace más de 100 años cuando todavía no se había descubierto la razón por la que las personas morían cuando eran tratadas por los doctores. En la época de las guerras, muchos soldados padecían a pesar de los cuidados de los médicos con infecciones poderosas.

Fue hasta que un médico científico descubrió que la razón de las infecciones era pequeños microorganismos a los cuales poco después las llamarían “bacterias”. Este doctor descubrió que esterilizando las gasas se podía ayudar a mantener la salud de las personas.

En el año 1960 el emprendedor Carlos Álvarez Saa viendo la necesidad del mercado ecuatoriano por tener una gasa de buena calidad a precio asequible para el público en general decide montar una pequeña planta de producción.

Don Carlos Álvarez Saa trabajó durante 2 años ajustando y adaptando máquinas textileras para que sean capaces de producir gasa de calidad óptima para el tratamiento de las heridas. Sus primeras pruebas las realizó en su antiguo domicilio ubicado en la Avenida Naciones Unidades y América.

En 1963 funda la primera fábrica de Gasa y se pasa a formar miembro de la Cámara de Comercio de Quito.

Fue en el año 1963 cuando la primera gasa 100% Ecuatoriana apta para el cuidado de las heridas fue lanzada en el mercado bajo la marca Brooklyn Cotton!

En ese entonces la oficina estaba situada en la calle Flores 417 y Junín.

En el año 1972 Nace la Gasita de la fundita Azul!

Carlos Álvarez queriendo siempre mejorar el producto y ofrecer lo mejor a sus clientes, modifica los empaques usando nuevos materiales plásticos que aseguran una mejor esterilización con calor para evitar el uso de gases o radiaciones tóxicas. En este año es cuando nace la Gasita de la funda Azul que todos conocemos y que ha formado parte de nuestra infancia acompañándonos durante todo nuestro crecimiento.

Don Carlos Álvarez Saa, viendo que el mercado nacional necesitaba de un algodón de alta calidad y de fácil acceso para el mercado ecuatoriano, lanza el algodón Premium en fundas de colores y cierre con “piolita”, por lo que en ese entonces en las farmacias la llamaron, el algodón de “piolita”.

En el año 1999 las oficinas se cambiaron a las calles Junin y Montúfar, en el centro histórico colonial de Quito, en lo que hoy es el Museo Manuela Saenz.

En el año 2008 se desarrolla el empaque con “zipper lock” para asegurar la inocuidad del producto y facilidad del uso por los consumidores.

Viéndo el éxito causado en la gasa, se extiende este desarrollo al algodón y en el año 2009 se modernizan los empaques de toda la línea de algodón.

En el año 2013 cumplimos 50 años junto a ti curando tus heridas!

En el año 2015 la empresa obtuvo el Premio al mejor nivel de servicio de la Corporación GPF (Fybeca y Sana Sana).